miércoles, 29 de enero de 2014

LA DESIGUALDAD COMO REALIDAD

Esta mañana me desayuno con un artículo de opinión firmado por el Sr. Juan José Lara Peñaranda (Doctor en Filosofía). Trata el autor de poner su ciencia filosófica en él hablándonos del empirismo y del concepto filosófico de "desigualdad". Con la seguridad del que maneja con soltura los términos y conceptos, lleva el tema al terreno de las magnitudes, tratando de demostrar así, que la desigualdad como concepto es infinito, como el concepto de dios, y por tanto incomprensible para el común de los mortales. Y que en el mismo cabe cualquier cosa. Además de tratar de ridiculizar a quienes sostienen lo contrario.
El razonamiento que sigue es relativista, tanto que existe una técnica de ventas denominada "reducción al absurdo" que persigue reducir a su mínima expresión cualquier cosa que digamos. Eso de "un coche por 1€ al día", o "esas vacaciones soñadas por 3€ al día" que al final se convierten en 30€ y 90€ al mes y que ya no resulta tan fácil de pagar.
Así pues nos pone como ejemplo el que si fuésemos  propietarios de un chalet frente al mar en esa playa paradisíaca e ideal que todos podemos soñar, si nos parecería desigual que otra persona fuese propietario de dos chalets frente al mar en la playa paradisíaca e ideal que ella soñase.
Pero si descendemos de los mundos de "yupi" del "limbo", podemos pensar que el concepto de desigualdad debe ponderarse en función de una sociedad concreta en un momento determinado de su historia y en relación a su evolución.
También alude el autor al tema del copago. Dice que no es posible que todos los servicios prestados por el Estado sean "GRATIS".
En ambos argumentos descubro falacias que me dan la impresión tratan de justificar lo injustificable.
En la primera cuestión: la desigualdad, porque si bien es cierto que la riqueza es fruto del crecimiento de un Estado, no lo es menos el hecho de que todos los ciudadanos merecen su parte en el reparto. Y que éste, el reparto, no parece demasiado justo, si en España, por ejemplo, 20 personas tienen la misma riqueza o más que el 20% de la población más pobre.
Así pues, podemos inferir que en este momento dado la desigualdad existe, y además se acreciente día a día.
En segundo lugar: "GRATIS". El Estado no da nada gratis a nadie. Los servicios que recibimos tales como Justicia, Seguridad, Sanidad, Educación, Seguridad Social, etc, son religiosamente pagados por todos los ciudadanos de ese Estado vía impuestos directos e indirectos, tanto de personas físicas como jurídicas.
Cuando un Estado no crece, como sucede ahora mismo en España, ¿por qué no se recorta por arriba, por los que más tienen, por las grandes corporaciones?
¿Por que somos nosotros, y nuestros hijos los paganos? ¿Han de ser mis hijos los que sufran los desmanes de políticos, banqueros y empresarios sin escrúpulos? ¿Sólo los hijos de los privilegiados pueden beneficiarse del reparto de la riqueza? Creo que no, porque sostener eso es tanto como volver a la esclavitud.
Así pues creo que debemos gritar bien alto para hacernos oír y acallar las voces obscenas que sin pudor ni rubor tratan de justificar lo injustificable.
¡ALCEMOS NUESTRAS VOCES, HAGÁMONOS OÍR ALTO Y CLARO!